El Club Atlético Racing Club de Avellaneda es uno de los equipos mas grandes del fútbol argentino. Un equipo con una rica y larga historia, plagada de galardones no solo a nivel local, sino también internacional. Sin embargo, no todo fue color de rosa para La Academia, ya que ha atravesado momentos muy difíciles a nivel deportivo, económico e institucional, al punto de que solicitaron su quiebra en el año 1998. ¿Como llegaron a tal abismo? ¿Como se salvó Racing Club?
El 10 de julio de ese año, Daniel Lalín, por entonces presidente de Racing, pidió la quiebra de la institución tras aducir que no podían cubrir una de las cuotas del concurso preventivo, el tercer concurso de acreedores por el que pasaba el club.
El mal desempeño llevado a cabo por los presidentes desde que La Academia volvió a Primera División en 1985 lo llevó a Racing a un abismo, especialmente por los mandatos de Juan de Stéfano (1987-1994), Osvaldo Otero (1995-1997) y el mencionado Lalín (1998). El club de Avellaneda tenía un pasivo de 62 millones de pesos en 1998, aunque ninguno de los 3 hombres se adjudicaba la responsabilidad por semejante deuda.
El juez Enrique Gorostegui decreta definitivamente la quiebra de Racing el 13/7 y nombra como síndico para manejar al club a Liliana Ripoll, quién el 4 de marzo de 1999 lanzó la peor frase de la historia para un hincha de la Academia: “Ha dejado de existir Racing Club Asociación Civil ”, cuando la cámara de apelaciones ordenó liquidar todos los bienes de Racing.
Sin embargo, la vida de Racing siguió con sus miles de complicaciones… En mayo de 1999, Lalín renunció a la presidencia y en junio el mandamás de la AFA Julio Humberto Grondona se encargó del salvataje de Racing. Gorostegui aceptó mantener al club abierto para que siga funcionando.
A los dos meses, tras la feria judicial, el juez confirmó que Racing sería habilitado para continuar hasta fin de año para jugar el Torneo Apertura 1999 y la Copa Mercosur 1999
La Academia arde
En octubre, 28 ex dirigentes investigados por presuntas irregularidades administrativas en Racing comenzaron a ser llamados a la Justicia para declarar, entre ellos estaban, obviamente, los ex mandatarios De Stéfano, Otero y Lalín. Incluso el desaparecido empresario Alfredo Yabrán también estaba relacionado con el tema, por haber usado plata de él para comprar al DT Fernando Quiroz.
Los 3 ex presidentes estuvieron prófugos pero días más tarde, a mediados de octubre, Juan de Stéfano y el “Pelado” Lalín se entregaron en Lomas de Zamora, no sin antes involucrar a otras personas, declararse inocentes y hasta pedir una indagatoria a Grondona.
Mientras Osvaldo Otero seguía prófugo y buscado por la Interpol, los ex presidentes que se entregaron pasaron 14 días presos en la Comisaría 1ra de Lanús. Luego, les dieron la libertad bajo fianza.

El siglo llegaba a su fin, pero días antes de que comenzara el año 2000 el fantasma del cierre del club blanquiceleste volvía a aparecer entre los hinchas. Un plan de salvataje llevado a cabo por el letrado de la AFA, Agricol de Bianchetti, fracasó desde el comienzo porque muy pocos acreedores asistieron a la junta de La Plata.

Gorostegui advirtió que el club podría cerrar en cualquier momento tras un planteo de un ex síndico y los hinchas iban llegando a la sede de Racing, rezando que solo fuera una pesadilla, pero nada podían hacer.
Encima el propio juez no quería resolver el tema de la venta de Marcelo Delgado a Boca por una oferta mal hecha y también quería la clausura del estadio Juan Domingo Perón, donde Racing juega de local.
El último día de 1999 la Justicia le daba 2 meses más de vida a Racing, ya que la clausura podría definirse en febrero. Mientras que se ideaba empezar un gerenciamiento por 30 años, Agricol de Bianchetti finalmente confirmó que Racing jugaría todo el Torneo Clausura 2000, y que el plazo para sanear al club era hasta el 30 de junio.
La Salvación
Junio del 2000 llegó. Y también llegó la gran noticia, la del rescate para la Academia: La ley de Fideicomiso, que ayudó a los clubes que estaban en quiebra, fue convalidada por el presidente de la Nación Fernando de la Rúa para que Racing pueda entrar y alivie la crisis. Si bien traía alguna complicación en cuanto a lo deportivo, los bienes no podían ser rematados, se podía acordar el pago a los acreedores y por un plazo de 9 años como máximo el club seguiría funcionando normalmente.


En diciembre del 2000 se aprobó el gerenciamiento y Racing pasó a ser de Blanquiceleste Sociedad Anónima. El primer presidente fue Fernando Marín.
Se hipotecaron las sedes de Avellaneda en Avenida Bartolomé Mitre y la de Villa del Parque, CABA.
En diciembre del 2001 llegaría la gran alegría para todo el pueblo racinguista tras superar la quiebra: Reinaldo “Mostaza” Merlo llevó a un gran equipo de figuras, entre ellas Gustavo Campagnuolo, Claudio Ubeda, Adrián Bastía, Gustavo Barros Schelotto, José Chatruc y Diego Milito, a ganar el Torneo Apertura 2001.
Racing casi se va a la B Nacional en 2008, en una época también difícil para el club, con un pésimo equipo y la relación rota entre los hinchas y Blanquiceleste SA, presidida por De Tomaso, reemplazante de Marín.
La mejor alegría de todas fue cuando el 18 de diciembre del mismo año, el juez Enrique Gorostegui decretó que se levantaba la quiebra de Racing tras el pago de la última cuota de $5,7 millones. Fue el fin de un sufrimiento de más de 10 años. Y todo el Club Atlético Racing Club de Avellaneda festejó.